jueves, 28 de abril de 2011

La alegría, la buen

La alegría, la buena alimentación y la actividad física son parte del círculo virtuoso de la salud del ser humano.

martes, 28 de diciembre de 2010

Dietas para perder peso para madres lactantes

Llevar adelante dietas para perder peso acumulado durante el embarazo no perjudica la salud de la mujer ni tiene una incidencia significativa en el desarrollo del niño.
Las mujeres que han tenido un parto reciente y están amamantando a sus chicos dudan en si someterse o no a una dieta para adelgazar. Todas quieren perder peso, seguir un régimen alimenticio que les permita eliminar los kilos sobrantes y recuperar la figura junto con el peso ideal, pero al mismo tiempo dudan sobre las consecuencias de una dieta baja en calorías que pueda significar en la salud de sus bebés.
En primer lugar, uno de los aspectos positivos que conlleva la lactancia para la mujer es que promueve la pérdida del peso ganado durante el período de gestación. Este proceso natural de adelgazamiento varía mucho de una mujer a otra y a veces no es suficiente para recuperar la figura. Por esta razón algunas madres lactantes necesitan disminuir el consumo de calorías en su alimentación. Lo importante es que no se excedan. Todo cambio drástico en la dieta repercute de alguna manera en el organismo. Lo aconsejable es comer de manera equilibrada y bajo la supervisión de un especialista.
Una mujer que está amamantando, tiene que considerar si desea realizar cualquiera de las dietas para perder peso que existen, que fundamentalmente debe comer frutas y verduras, que son las principales fuentes de vitaminas y minerales; también debe consumir carnes magras, lácteos bajos en grasas, huevos y cereales, y no suprimir radicalmente ningún grupo alimenticio, salvo que por alguna razón en particular lo determine el especialista.
Una mujer embarazada o lactante debe ser consciente de que alimentarse bien en cualquiera de estas etapas no significa comer en exceso; se trata de mantener un equilibrio racional.

Vitaminas y minerales
Durante el período de lactancia es importante que la madre controle el consumo de vitaminas y minerales, porque estos nutrientes son importantes para mantener su salud y favorecer el sano desarrollo de su bebé.
En la dieta de una lactante no deben faltar los alimentos que le proporcionan vitamina A: perejil, coliflor, espinacas, acelgas, zanahorias, pimientos, papas, yemas de huevo, queso e hígado; los que proporcionan vitamina B1: germen de trigo, frutos secos, avellanas, hortalizas de hojas verdes, arroz, cereales integrales y la piña fresca.
También es importante incluir en la alimentación diaria salmón, leche entera, hongos y hortalizas de hojas oscuras, porque son ricas en vitamina B9 (ácido fólico).
El consumo de cítricos, fresas, cebollas, ajos, pimientos, kiwis y papas suministra vitamina C.
La vitamina D es indispensable porque ayuda y facilita la fijación del calcio en los cartílagos que forman los huesos. Aceite de hígado de pescado, mantequilla, hígado de pollo y ternera, leche y huevos contienen esta vitamina.
Además se recomienda aumentar el consumo de vitamina E, vital para el crecimiento del niño, proporcionada por la soja, el germen de trigo, los cereales integrales, las espinacas y las semillas de sésamo.
Entre los minerales que se deben incluir en la alimentación se encuentran el calcio, que interviene en la formación ósea, el hierro, el yodo (relacionado con las hormonas tiroideas, que estimulan el crecimiento) y el zinc, que influye también en el crecimiento y en el desarrollo del sistema nervioso.
Como vemos, cualquier madre en la etapa de amamantamiento puede realizar dietas para perder peso, siempre y cuando mantenga un equilibrio e incluya la mayoría de los grupos alimenticios, y mucho mejor si las realiza bajo supervisión de un profesional.

martes, 21 de diciembre de 2010

Las dietas para adelgazar y las grasas

Los alimentos pueden producir energía en distintas cantidades, esa energía es denominada “aporte calórico” o simplemente “calorías”. El organismo utiliza esa energía para hacer su trabajo de todos los días y la que no consume, la almacena generalmente en forma de grasa y por lo tanto es la que nos impide perder peso.
Una vez escuché a un nutricionista o dietólogo (o una de esas tantas personas que hablan sobre dietas para adelgazar), decir que teníamos que gastar primero lo que teníamos en el freezer, o sea, que para bajar de peso es necesario gastar las calorías acumuladas consumiendo menos de lo que gastamos a través de ejercicios o mayor movimiento.
Porque aunque no comamos nada o muy poco, si no consumimos las calorías acumuladas no podremos llegar a perder peso.
La grasa no es del todo tan negativa, cumple funciones importantes:
-         constituye una reserva de energía
-         regula la temperatura corporal
-         envuelve y protege órganos vitales
-         es vínculo de transporte y absorción de vitaminas
Lo bueno es equilibrar el metabolismo de las grasas para nuestro propio beneficio y una mejor calidad de vida.
Modificar nuestros hábitos alimentarios y bajar de peso lenta pero progresivamente, le dará tiempo a nuestro cuerpo para asimilar el perder peso sin que ni nuestros músculos ni nuestra piel sufran la agresión que nos propician las dietas para adelgazar rápidas.
Tenemos que tener en cuenta y ser conscientes que no siempre el problema de sobrepeso tiene que ver con lo que comemos, también tiene mucho que ver con nuestros hábitos, ansiedades y una vida sedentaria. Por tal motivo, lo principal que debemos tener en cuenta para nuestra dieta para adelgazar, es incorporar uno de los hábitos más saludable, el ejercicio físico.
La mejor dieta para adelgazar es aquella que nos permita seguir con nuestra vida normal y que no nos haga sentir una gran dependencia de ella.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Los desafíos que implica una dieta para adelgazar

Es todo un desafío que en muchos casos nos lleva mucho tiempo en poder cumplir, a veces toda la vida, llevar adelante una dieta para adelgazar.
Cuando queremos comenzar algunas de las dietas para perder peso, el primer obstáculo que encontramos, al menos yo, es comenzar; el segundo es continuar y no abandonar.
Por eso pienso que es indispensable tomar conciencia, mentalizarse y proponerse metas.
Si nos proponemos realizar algunas de las dietas para bajar de peso rápido es algo que difícilmente podamos cumplir y eso nos desanimará fácilmente, aunque existen en el mercado dietas para adelgazar rápidamente que son muy eficientes y recomendables.
En ocasiones uno tiene un intenso deseo de comer cierto alimento sin tener hambre, y que suele persistir hasta que lo saciamos, es eso que se llama un antojo.
Antes de ceder tenemos que asegurarnos de que se trata de un antojo real y no de hambre o sed. A veces se confunden ambas cosas. Si se tiene hambre, mas vale comer una fruta que un chocolate.
Otra opción es alejarse del sitio donde se sintió el antojo. Si el antojo es irresistible, nos podemos permitir darnos el gusto, pero sin excedernos, esto no nos impedirá continuar con nuestra dieta para adelgazar y llegar a nuestro peso ideal.
Si sentimos la necesidad de comer algo entre comidas, lo podemos hacer pero procurando que lo que ingerimos pertenezca a los grupos de alimentos que generalmente no incluimos en nuestras comidas.
Este artículo no lo escribe una especialista, lo escribe alguien que tiene las mismas necesidades que tú, alguien que lucha día a día y pretende alcanzar su peso ideal.
Como dije al principio tomar una dieta para adelgazar, es todo un desafío.